Taxidermia de lo prohibido, también conocida como biología artificial, es un juego, una operación y una ceremonia de la cual nunca termino de aprender. Llamo "juegos" a esos universos en los que me sumerjo como parte de un experimento que tiene sus propias condiciones y variables para observar sus efectos. Este proceso implica un compromiso profundo y estructurado, similar al participar en una ceremonia.

La taxidermia se define como el arte de disecar animales para preservar su apariencia de vivos a lo largo del tiempo, con el propósito de facilitar su exposición, estudio y conservación. En este universo, implica la creación de combinaciones y formas de corporeidades que resultan prohibidas, rebeldes, absurdas o insolentes, fuera de las dimensiones de este juego y en términos biológicos y lógicos. Aquí se entrelazan rasgos vegetales, animales, humanos y objetuales.

Taxidermia de lo prohibido plantea más preguntas que respuestas; es una provocación al inconsciente, a nuestras proyecciones a través de la conjugación de estas fisonomías que se dilatan entre lo vivo y lo muerto, entre lo conocido y lo desconocido, entre lo que atrae y lo que desagrada.