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KARLA HERENCIA
Artista Transmedia
El día en el que me convertí en mar
Este proyecto surgió en medio de un momento de mucha incertidumbre y sentimientos encontrados; el presente era turbulento, el futuro incierto y la vida me llevó a vivir al lado del mar… a ser océano.
El día en el que me convertí en mar fue inspirado en las místicas playas de la península de Nicoya, de Costa Rica, la más grande del país, bañada por el océano Pacífico, limitada por el golfo de Papagayo al norte y el Golfo de Nicoya al sur.
«Dicen que antes de entrar en el mar, EL RÍO tiembla de miedo… mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y ve hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano» — Khalil Gibran.
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