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Postnatural

¿Qué son esas manchas que flotan?
Pequeñas manchas multicolor flotan en el mar, se dejan ver en la arena y en las zonas rocosas; los animales marinos y las aves las ingieren por accidente. Esta materialidad seductora, de cualidades versátiles y resistentes, en la que se tejen las contradicciones de nuestra época, son fragmentos de productos plásticos. 

La acción de la naturaleza -fuerza de las mareas, la luz ultravioleta y la morfología de los mares- degrada los productos plásticos que desechamos -botellas, bolsas, embaces, recipientes, juguetes- convirtiéndolos en fragmento, en pequeñas piezas hasta convertirse en partículas.

¿Qué son esas manchas que flotan? es una sinfonía de materialidades que vinculan realidades complejas, tensiones entre la seducción del material, diferentes aristas de la creación humana y un problema ambiental que va en aumento y que nos está enfermando a todos. Es por esta razón que, en esta obra suspendida entre los límites de la pintura y la instalación, incorporo residuos plásticos a modo de una construcción pictórica y espacial de fragmentos. Una pintura que se convertirse en una inquietante realidad espacial multicolor, al mismo tiempo una realidad que se convierte en obra pictórica. 

¿Qué son esas manchas que flotan? Nace de la pregunta que da lugar al título de la obra, de la curiosidad por el entorno, remitiendo por una parte a la historia de la pintura como espacio de registro de su tiempo y contexto; lugar de estudio y abstracción en la que se compromete nuestra mirada para invitar a contemplar nuestros problemas y realidades. Por otra parte, espacio contemporáneo de experimentación, en el que abordo la pintura como construcción pictórica, organizando planos de color en el espacio bi y tridimensional, para crear un recorrido y una experiencia visual a través del color.
 
Preguntarme ¿Qué son esas manchas que flotan? y adentrarme en este proyecto que más que una obra es un viaje de reflexiones, me llevo a descubrir el impacto de los microplásticos. En el 2022 las Naciones Unidas revelo que se desecha en los océanos cerca de once millones de toneladas de plástico cada año. Advirtiendo que, si no se toman medidas, para el 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en el océano. Es urgente crear conciencia sobre el impacto de este material en los océanos. 

Desde aparición del plástico en la economía mundial, este material ha venido invadiendo silenciosamente los océanos y playas del planeta, hasta llegar a niveles inimaginables en la actualidad. Este material ha conformado inclusive, grandes islas en medio de los océanos que concentran miles de toneladas de plástico y también está presente por todo el planeta.
Presencias incrustadas
El tronco y los plásticos incrustados en él son testigos silenciosos de cómo aquello que llega y se instala altera la narrativa y la existencia. En esta obra, el plástico se convierte en un elemento más del entorno natural, reflejando un mundo donde cohabitan tensiones que conforman el paisaje.

El concepto de "incrustado" alude tanto a la fijación obstinada de una idea en la mente, como al violento acto de adherir o penetrar un objeto en otro. Esta obra explora la expansión insidiosa del plástico en los rincones más remotos de la naturaleza, utilizando un tronco recogido en la orilla del mar como símbolo de vulnerabilidad. Sobre su superficie, fragmentos de plástico se incrustan, simbolizando las complejas y a menudo violentas relaciones entre los elementos que coinciden en un territorio.

Esta pieza confronta la seductora y paradójica apariencia del plástico, que, a pesar de su colorido, representa una presencia intrusiva, especialmente en el entorno natural, donde su utilidad ha sido superada por su omnipresencia. A la vez, la obra cuestiona los discursos globales de desarrollo y sostenibilidad, que, aunque promueven ideales de futuro, están arraigados en modelos económicos basados en el capital y en narrativas de progreso lineal. Estos discursos tienden a homogenizar las culturas y a imponer un ideal de desarrollo que no contempla en profundidad la diversidad cultural ni las complejidades sociales y ambientales.

La obra invita a reflexionar sobre las contradicciones y las múltiples facetas entre la apariencia de los discursos, las materialidades, y las dinámicas subyacentes en los modelos de desarrollo. Propone una crítica a la visión antropocéntrica y colonial, a la vez que es una invitación a utilizar la imaginación como método de indagación.
Presencias incrustadas
Moverse, perderse, estar a la deriva,
soltar el control.
Encallar, resistir el golpe.
Herida, reposo, piel de árbol,
piel de mono, corteza.
Piel de bestia.
Mutar y mutar.
Testimonios y fragmentos.
Lo que llega se instala,
altera la narrativa,
la existencia.
Invasiones, aterrizajes,
declaraciones de permanencia.
Salvadores perdidos,
sangre derramada.
Paisaje cortado,
paisaje robado.
Fijar una idea, incrustarla.
Cuerpo, tronco, y luego fusión.
Espina, machete, garras.
Color, bonito bonito.
Luego discurso, figurita tras figurita.
Plástico, baterías, y lo limpio.
¿Apagaron los motores?
Se fue la nave.
¿No queda nada?
Una presencia,
s i l e n c i o, astillas,
algo en la arena.
Enlaces
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