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KARLA HERENCIA
Artista Transmedia
Oceanografías sensibles
Oceanografías Sensibles surge de mi contexto actual en la zona de Cóbano, Puntarenas, donde la naturaleza despliega su majestuosidad en playas como Montezuma, Malpaís, Santa Teresa, Playa Hermosa y Manzanillo. Estas costas, cada vez más visitadas por el turismo, se convierten en escenarios de encuentros y tensiones entre distintas realidades: la belleza natural, la contaminación y las transformaciones derivadas de la actividad humana. En este proyecto, exploro las interacciones entre los cuerpos de agua, la relación con la tecnología frente a los desafíos contemporáneos, y las posibilidades de crear nuevas conexiones.
Parto de la premisa de que el océano es una inteligencia no humana: un organismo vasto y complejo con su propio lenguaje. Aunque este lenguaje no sea completamente comprensible, podemos observarlo y analizar sus mecanismos de resistencia y adaptabilidad. En este proyecto recopila registros, desarrollo metodologías, ficciones y exploraciones que buscan descifrar este lenguaje. Las obras incluyen pinturas que integran abstracciones de sonidos, texturas, tonalidades y elementos del océano y la playa, como la sal, estableciendo una conexión material y simbólica con el mar.
En los textos e imágenes sobre papel, se encuentran fragmentos de mi bitácora de investigación: notas personales, citas de poetas, artistas y científicos, y poemas generados con inteligencia artificial. Estas reflexiones poéticas abordan preguntas y reflexiones, Algunos de los textos y frases en las hojas que integran la instalación son:
- Los flujos del mar generan patrones complejos que sugieren una inteligencia subyacente.
- Cuando estoy frente al mar y cierro mis ojos y siento su presencia.
- El mar parece comunicarse a través de los cangrejos y otros seres vivos, utilizando su comportamiento como una extensión de su propio lenguaje.
- “El agua tiene una piel formada por la tensión de la superficie y esa tensión es el resultado del débil enlace entre los átomos del hidrogeno en cada molécula de agua.” (Tristan Gooley, 2019).
El proyecto se inspira en la hipótesis lingüística de Sapir y Whorf, que plantea que el lenguaje define nuestra percepción del mundo. Si sumergirse en un nuevo lenguaje transforma nuestra mente y emociones, ¿Qué ocurre cuando intentamos sumergirnos en el lenguaje de una inteligencia no humana, como el océano?
Oceanografías Sensibles conecta patrones y pistas ¿Qué une el océano con una piedra, con un cangrejo, con un fragmento de plástico y con mi propia existencia? Es una invitación a imaginar, a resignificar y a reflexionar sobre nuestras conexiones con el agua, sobre lo que dejamos y lo que encontramos en ella.
La instalación que es una invitación a vivir una experiencia sensorial que se transforma con el tiempo. Cada visitante descubre hallazgos y relaciones únicas: una frase, un sonido, una imagen que resuena con su propia percepción. Más que una exposición estática, la obra se despliega como un espacio de exploración colectiva, donde las preguntas quedan abiertas y el diálogo con el océano se convierte en un acto de imaginación y descubrimientos.
Este proyecto formó parte de la exposición "Un lenguaje impregnado de relaciones y cuidados: Oceanografías sensibles", presentada en San José, Costa Rica, en 2024, como parte de convocatoria "Habitar el océano" y las actividades preparatorias de la Conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas.
Karla Herencia.
Un lenguaje impregnado de relaciones y cuidados: Oceanografías sensibles
Esta exposición celebra la complejidad e importancia del océano, su constante adaptación frente a las energías tectónicas, en constante negociación con un heterogéneo espectro de seres humanos y no humanos para reimaginar formas de convivencia en un contexto de profundos cambios ecológicos, económicos y sociales.
La propuesta es el resultado de una exploración sensible que la artista visual Karla Herencia emprendió en la península de Nicoya, en la costa pacífica de Costa Rica. Esta es una tierra de contrastes, bordeada tanto por esteros y manglares como por una creciente afluencia turística. La instalación mezcla una gran variedad de medios: sonidos, vídeos, esculturas, textos, pinturas, objetos encontrados, inteligencia artificial, fotos y dibujos. Tras establecer protocolos, el deambular ha permitido recolectar rastros y huellas que, al acumularse, crean capas, ruidos, un lenguaje.
Oceanografías sensibles es un espacio para la contemplación y las conexiones sensoriales que invita a inclinarse, a analizar minuciosamente y a dejarse envolver de la misma manera que Karla Herencia ha sabido percibir los desafíos del océano, que ahora intenta descifrar a partir de sus sonidos, ritmos y movimientos.
Mucho más que una masa de agua disponible, el océano encarna encuentros, descubrimientos y metamorfosis constantes, reconectando al individuo con sensaciones a la vez primarias y profundas.
Acompañamiento curatorial y comisariado de exposición por Laurent Le Bourhis · Ron Reyes Sevilla
Conversación oceánica.
00:00 / 07:34
Composición sonora en co-creación con el músico y compositor Korneel Glorieux (Bélgica)
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